Volví super cansada, tuve que dar mil vueltas -cosas que comprar, nada importante pero entre vuelta y vuelta se pasó la tarde. Volví caminando desde la Ciudad Vieja. Estaba casi llegando, a una cuadra y vi a Lauta en la vereda, frente a casa. Hacía más de una semana que no lo veía, así que me agarré flor de emoción. Él estaba super divertido con el árbol que habían tirado y con su tractor nuevo con pala mecánica.
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