Ale y Betania no durmieron nada, estuvieron ocupados con Yaguá y el suero, se le tapaba la vía. Yaguá tiene que estar todo el día con alguien. Creo que voy a resultar favorecida y me seleccionarán para quedarme con ella, pero no me complica mucho ya que había decidido pintar unos días en casa porque puedo pintar de noche –el fac está en un barrio que no es recomendable para andar de noche. Ale llevó a Yaguá a la facultad para que la controlaran y le cambiaran la vía, que se tapa y no pasa el suero.
Vino Lautaro y quiso pintar conmigo. Por suerte tenía un pote de témpera. Solamente azul, increíble como dura la témpera, debe tener más de 15 años...
La sala de Cuidados Intermedios de Yaguá es mi taller.
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