Siguió el calor, hasta que estalló la tormenta. Justo estábamos en el Cementerio.
De tarde vino Seba por casa, hace un tiempo que está en Montevideo, y tiene ganas de volver a Uruguay. Fue muyn lindo verlo, ya hacía como un año que no lo veía, y lo quiero pilas, formó parte, junto con María, de toda una etapa super linda de cuando viví en Rivera.
Los sobrinos de Julio, Manuel y Juanchi, también se vienen. Todos dicen que Caracas está imposible, que te asaltan, te roban, te matan por dos chirolas. O por no tenerlas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario