Otra vez fui en la bici hasta la Escollera Sarandí.
De tarde pasé a ver la exposición de Sergio Porro, “Watashi”. Ya había visto la mayoría de las pinturas en el fac, pero es distinto verlas montadas en la sala. Santiago Tavella estaba dando una charla que terminó con el pop en Argentina, Brasil y Uruguay. También vi en la sala XXS la instalación de Ernestina Pereyra, “Mutaciones”. Escalofriante. La sala es XXS, un espacio donde apenas se entra parado, y la instalación es de pelo. Pelo humano, pelo artificial, mucho pelo. Una cueva peluda que, además, se mueve apenas, como si respirara. Y te roza algún pelo. Y querés salir corriendo.
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